La instrumentalización del deporte contra el odio
- Joaquin González
- 16 jul 2024
- 3 Min. de lectura
Una vez más, las competiciones deportivas de alto nivel sirven para sensibilizar y poner en relieve la violencia cultural latente en nuestra sociedad.

La Selección Española de Futbol Masculino se alza con el cuarto trofeo continental, posicionándose como el equipo con más Eurocopas ganadas hasta la fecha. Este logro deportivo, de gran importancia para los numerosos aficionados al futbol, ha conseguido despertar sensaciones de euforia y emoción entre los miles de seguidores que han tomado las calles de todas las ciudades del país. Particularmente, Madrid se ha convertido en el epicentro de las celebraciones, donde he tenido la oportunidad de presenciar los hechos en primera persona.
Es bien sabido que el futbol profesional es el medio de entretenimiento más popular a nivel mundial. En España, este deporte goza de un nivel excepcional en todas sus categorías y, como sociedad, es motivo de orgullo y alegría que un grupo de jóvenes con excelentes habilidades de juego con el balón consigan ganar en representación de todos los españoles. Sin embargo, el comportamiento de exaltación desmesurada que se produce en este tipo de eventos, así como, la atención generalizada que reciben, revela mucho sobre los valores y prioridades de la población en su conjunto.

Uno de los aspectos positivos que estamos presenciando en las últimas competiciones es el enfoque de algunos de los medios de comunicación, que aprovechan para vincular la coyuntura sociopolítica con el deporte de élite. Es una iniciativa necesaria, ya que se debe aprovechar la gran atención mediática para denunciar mensajes de odio que se producen en la actualidad y que nos afectan a todos, así como, introducir discursos solidarios para combatirlos.
Ya sucedió el pasado 20 de agosto del 2023 tras la final del Mundial Femenino con el caso Rubiales: media España salió a la calle para decir “NO” al acoso machista perpetrado contra la futbolista Jenny Hermoso durante la entrega de medallas y, los medios de comunicación jugaron un importante papel, siendo testigos de lo ocurrido. En esta ocasión, son muchos los titulares y colectivos que están visibilizando la importancia que supone la integración de la diversidad cultural y racial. Curiosamente, España ha ganado la Eurocopa 2024 gracias a la participación de futbolistas de familias migrantes, como Nico Williams y Lamine Yamal. Y esto sucede pocos días después de que el grupo parlamentario ultra Vox se opusiera al reparto de menores no acompañados en las comunidades autonómicas, además de romper los gobiernos regionales en los que ejerce en coalición.
“Lamine Yamal, come jamón”, una muestra de la cultura racista imperante en nuestro país.
Lo preocupante de todo esto es que entre las multitudes que celebran el nuevo trofeo del equipo español, no se divisa ningún mensaje en contra de estas actitudes reprochables por parte de los sectores más reaccionarios de nuestra política. Al contrario, entre los cánticos de los aficionados, se pudieron apreciar lemas como “Lamine Yamal, come jamón”, una muestra de la cultura racista imperante en nuestro país. También se pudieron apreciar otros ejemplos de voceríos impúdicos como “perro Sánchez, hijo de puta” o “que te vote Txapote”. Además, siguen gozando de impunidad comentarios como el que lanzaba el jefe de prensa de Se Acabó la Fiesta, Vito Quilés, en la red social X (antes Twitter): “Pero que selección española es esta? Parece una broma de mal gusto”, junto a la imagen de Nico y Lamine celebrando un gol en el partido contra Francia. Vito Quilés, un periodista que se deja la piel por estigmatizar y lanzar bulos contra las personas racializadas. Y además, posee miles de seguidores en sus distintas cuentas.
Durante estos días de competición, también se ha observado como distintos medios de comunicación de ideología conservadora han aclamado la actuación de estos jugadores. Este comportamiento es hipócrita, ya que solo buscan blanquear su imagen. En realidad, continúan utilizando sus perfiles en redes sociales para lanzar publicaciones en contra de estas comunidades, descontextualizando videos y manipulando la opinión pública. Constantemente ponen en su punto de mira a las comunidades vulnerables.
Dado este tipo de acontecimientos, es pertinente que la ideología trascienda el terreno meramente político. La politización del ámbito deportivo se está utilizando como instrumento para atacar las desigualdades, ya que esta área refleja nuestra sociedad y sus protagonistas son también víctimas de maltratos y humillaciones. Tradicionalmente, estas cuestiones siempre han sido abordadas desde lo cultural y, por supuesto, desde el periodismo social. Sin embargo, estamos presenciando que el deporte se está convirtiendo en una potente herramienta para vencer al racismo, la homofobia, el machismo y, en definitiva, al odio.
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